Gracias Miryam, Gracias Ana Laura, Gracias Almita,
por enseñarme cómo sumar Vida a mi Vida.
Autor: Aideé Granados
Cuando veo a niñas, más bien, mujeres, de cabello corto, se me va el pensamiento en saber qué hay detrás de eso. En muchos casos no hay nada. Nada de nada. Es simple: les gusta andar con el cabello corto y punto. En otros casos, sí que hay una historia detrás.
Si eres superviviente de cáncer, lo más seguro es que en algún momento de tu recuperación, tuviste el cabello corto. Cada vez que me encuentro contigo, esto es lo que pienso y siento…
Las niñas de cabello corto son valientes. Son capaces de mucho más de lo que imaginamos. Reciben quimioterapias. Viven tremendos efectos secundarios. Entienden los cambios en su cuerpo, algunos de ellos permanentes. ¡Es para valientes!
Las niñas de cabello corto son fuertes. Explican a sus hijos qué es lo que les pasa y tienen un optimismo real. Preparan la merienda para sus niños que van a la escuela, aunque apenas puedan estar en pie. Escuchan a los doctores cuando, en ocasiones, no les dan noticias alentadoras. ¡Eso es para personas fuertes!
Las niñas de cabello corto son resilientes. Me gusta la leyenda del Ave Fénix: que surge de las cenizas. ¡Esta ave renace! A veces el cáncer las hace casi desaparecer. Sin embargo, renacen y se vuelven a construir, siendo una mejor persona. ¡Eso se llama resiliencia!
Las niñas de cabello corto entienden mejor. Comprenden la fatiga del vecino, en la sala de infusión. Disfrutan de las buenas noticias que dan a otros, que pasan por lo mismo que ellas. Han vivido en carne propia, la probabilidad de perder su vida y lo que ello implica. Comprenden no sólo con la mente, sino con el corazón. ¡Eso es empatía!
Las niñas de cabello corto, saben llorar y saben reír. Es necesario llorar y desahogarse, y están seguras que eso no las hace débiles. Lloran fuerte y se sienten mejor; no se quedan estancadas en el lamento. Para ellas es importante reír a carcajadas, principalmente porque así producen endorfinas, necesarias para que su sistema inmune funcione mucho mejor. Ellas saben que los momentos felices, las sanan. Sólo quienes son emocionalmente inteligentes, aprecian el llorar y el reír para sanar.
Las niñas de cabello corto son asertivas. Aprecian la realidad y la honestidad, en la información que dan y reciben. No les gusta pensar, que “se ha hecho todo lo posible”. Siempre tienen algo más que aportar, para sentirse mejor, para estar mejor. Eso es de personas asertivas.
Las niñas de cabello corto son tremendamente hermosas, por dentro y por fuera. Dan vida. Comprenden que la belleza está en una sonrisa, más que en un cabello qué peinar. Saben que la belleza está en una mirada sincera, más que en una piel perfecta. Saben que la belleza está en su espíritu, en su corazón y en su mente, más que en un cuerpo, tal vez, mutilado o cambiado. La real belleza, se descubre después de la prueba.
Las niñas de cabello corto viven con intensidad. Uno de mis libros favoritos es El Señor de los Anillos, de Tolkien. En una parte de la historia, Gandalf y Frodo están conversando. Frodo se lamenta con el mago diciendo, que hubiera deseado que el anillo NUNCA hubiera llegado a él. La respuesta de Gandalf, es de mis preferidas: “Eso desean quienes viven estos tiempos, pero no les toca a ellos decidir. Solo tú puedes decidir qué hacer con el tiempo que se te ha dado”. No tomas la prueba del cáncer como una calamidad, sino con el valor para decidir SUPER VIVIR. Esto aún cuando, a los ojos de los demás, no haya razones para hacerlo. Saben decidir, qué hacer con el tiempo que se les ha dado.
Las niñas de cabello corto son ganadoras. ¿Qué una de ellas murió y “perdió” la batalla? ¿En serio, perdió? ¿En serio, hubo “guerra”? ¡No lo creo así! Por el solo hecho de haber recibido un diagnóstico y haber pasado un tiempo viviendo esta prueba, las niñas de cabello corto, siempre ganan. Ganan valentía, fortaleza, resiliencia, empatía, inteligencia emocional, asertividad, aprecio por la realidad, belleza por dentro y fuera, intensidad para vivir.
Cuando las veo, me enseñan cómo SUMAR Vida a mi Vida. ¡Gracias! A todas mis niñas de cabello corto, mi admiración y mi amor por siempre.
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