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Rosa es Rojo: lo que sí vale del cáncer de mama

Autor: Aideé Granados


¿Qué esto va para la mujer? Lo escribo también para todos los hombres. Todos, aunque sea de lejos, tienen una esposa, mamá, tía, hija o amiga. Así es que les interesa. Además, ningún hombre está libre de tener este tipo de cáncer.


Octubre es un mes muy “rosa” -el color no es de mis preferidos-. Por muchos lados se hacen tareas para informar sobre el cáncer de mama y vender productos “rosa” (que no estoy nada segura que ayuden en serio a prever cáncer). ¿Por dónde empiezo para hacer algo concreto? ¿Para cuidar y llevar lejos este mensaje de prevención contra el cáncer de mama?


Piensa en esto: cuando un niño, de 3 o 4 años de edad quiere saber cómo nacen los bebés, no lo hace porque tenga la duda de cómo un óvulo se fertiliza con un esperma. El niño quiere saber cómo es que “aparecen” los nuevos bebés. A su edad no necesita información tan detallada. El niño será feliz con un cuento justo para su edad.


Lo mismo pasa con el cáncer de mama y la información a la que tenemos acceso hoy: es importante saber lo NECESARIO para estar bien. Ni más, ni menos.


Existe tanta información que conocerla toda podría causarnos más mal que bien. ¿Qué es lo que realmente vale saber del cáncer de mama? Les comparto mi experiencia:


  1. Importa saber que existe y puede estar cerca de ti. Abre bien los ojos y los oídos. El cáncer de mama no es un mito, ni una leyenda, ni una novela de ciencia ficción. Te invito a buscar y conocer gente que tiene cáncer de mama. Te sorprenderás de saber que no importa la edad, ni la educación, ni el país donde naces, para que te de o no te de. Podrá haber tendencias y estadísticas; sin embargo, el cáncer de mama existe, no se fija y está a la vuelta de la esquina: en alguien de la familia, del grupo de amigos, de las compañeras de la universidad, en el trabajo, la prima de la amiga, etc.


  1. Importa que sepas que, antes que nada, es tu tarea ayudar a detectarlo a tiempo. ¿Cómo? Aprende a explorarte bien los senos, y a reconocer qué es lo que tienes dentro de ellos, cómo es tu tejido, si aparece algo que el mes pasado no estaba. Y no dejes pasar por alto nada. En estos casos, donde tu salud y vida están de por medio, mas vale ser exagerados o meticulosos. Siempre saldrás ganando.


  1. Vale la pena que sepas que si no eres buena para auto-explorarte vayas regularmente con tu ginecólogo y sepas pedir ayuda. Regularmente significa al menos cada seis meses…no cada cuatro años o más. Ir a ultrasonidos y mamografías tienen más cosas buenas que malas.


  1. Importa que sepas que el cáncer de mama se trata con muchos recursos médicos muy avanzados, y cada vez hay mejoras increíbles. Sin embargo, ningún medio actúa al máximo si no tienes actitud positiva y fuerza en el alma. Ahora bien, si le dices a una persona con cáncer de mama que tenga actitud positiva y fuerza en el alma para que le hagan bien las medicinas…te va a mandar a volar; seguro. Entonces, ¿cómo se logra esto? Con compañía y mostrando amor a las personas que lo viven. ¿Has pensado que tal vez tu compañía, sin mucho rollo ni cuentos largos, puede ser la motivación y fuerza para alguien que tiene cáncer? Acompaña a la gente de la forma que puedas y como mejor te nazca. Sé prudente.


  1. Vale que sepas que tú tienes un gran poder para prever el cáncer -y curar, si fuera el caso- al CAMBIAR DE HÁBITOS. Esto es muy serio: ¿Cómo es tu alimentación? ¿Te has animado a buscar un nutriólogo? ¿Qué bebes? ¿Qué te pones en la cara, pelo y cuerpo? ¿Con qué te maquillas? ¿Con qué lavas tu ropa? ¿Qué sueles tener en tu despensa y refrigerador? ¿Cómo te diviertes? ¿Qué sentimientos tienes? ¿Qué piensas? ¿Vives con estrés? ¿Haces ejercicio? Te recomiendo ampliamente leer Anti-Cancer de David Servan-Schreiber, libro que debemos leer si NO TENEMOS cáncer. Y bueno, ponle “like” a páginas de Facebook o sigue en Twitter a alguna “health coach”.



  1. Importa mucho saber que los pronósticos del cáncer de mama y las comparaciones entre pacientes son….¡BS! (por sus siglas en inglés). Ayuda a la gente a no estancarse en la terminología del cáncer: ¿Qué tipo de cáncer tienes? ¿Qué etapa? ¿Qué grado? ¿Supervivencia a 5 años? ¿A 10 años? ¿Qué pasa si…? Este tipo de cosas no ayudan en nada. Hay estudios muy serios que hablan de cómo el poder de la mente ayuda a curar hasta la más compleja de las enfermedades, a alargar la vida del que tiene una y dar calidad de vida. Cuida de que se alimenta tu mente, y ayuda a cuidar la mente de los que te rodean. Con esto no digo que no te “eduques” en el tema del cáncer de mama. Solo con buena educación tomas buenas decisiones, de la mano del equipo médico y de tu familia. Es importante tener y conocer la información básica (y de buenas fuentes) para “sobrevivir” y no meter la pata. Sin embargo, la tentación de seguir leyendo y viendo qué le pasó a la vecina, por qué a ella le dieron la roja y a mi la azul, por qué a ella la operaron primero y a mi no, por qué a ella le quitan ganglios y a mi no….no sirve de nada (si confías en tus doctores). Es más, hace mal. Cada cuerpo y cada caso específico es TOTALMENTE diferente al de un lado..


  1. Vale la pena saber que, si te toca tenerlo, pierdes tiempo y energía al buscar culpables (si los genes, si comí bien, si tomé, si me desvelé, si me enojé…). Nunca lo sabrás con total claridad. Nunca. Si te toca estoy segura que tendrás la fuerza para salir adelante y para aprender mucho. Aprenderás a sorprenderte de ti misma todos los días: de tu fuerza para comerte al mundo de una mordida, levantar un elefante con un dedo, mover una montaña de lugar, apagar un incendio con una gota de agua……todo esto si te lo propones. Serás una persona diferente, sin duda. Y diferente significa, para mi, MEJOR.


  1. Importa saber que no estás sola. La mejor compañía la encontrarás en la gente que más te quiere (familia, amigos) y a la que tú más quieres. Ten paciencia; no siempre la familia y amigos saben decir lo que tú quieres o necesitas escuchar, ni hacer lo que tú esperas o deseas. También es un hecho que encontrarás, en otras personas que están pasando o pasaron por las mismas que tú, comprensión y empatía inigualable.


Desde que recuerdo he tenido “encuentros cercanos” con cáncer en mi familia y amigos; muy cercanos: mi mamá, mi papá, mi segunda mamá, mi abuelita, algunos de mis mejores amigos. Aún así, a mis 36 años, estando casada, con una hija de 3, muy saludable, con estrictisimo control de mis quistes y fibroadenomas en el pecho, con muchos planes y trabajo por delante, el cáncer de mama me agarró desprevenida. Desde hace 8 meses me ha llevado por un camino increíble de descubrimientos y aprendizajes muy valiosos. Gracias al cáncer, amo y valoro mi vida como nunca lo imaginé.


El color rosa de Octubre me gustaría que mejor fuera Rojo. Pues Rojo para mi significa vida, fuerza, valor, alegría, pasión, energía, salud, Dios. Así es como yo veo mi Octubre. Y así es como he decidido pintar los meses que vengan.



Por: Aidee Granados


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